martes, 20 de julio de 2021

Cinco años después...CONFESIONES

 Dejé de escribir este blog el mismo año en que lo creé. En su momento lo había titulado MENOS 26 EN 2016 porque mi objetivo por aquel entonces era perder 26 kilos (¡ilusa de mí!). Luego llegó un ciclón de acontecimientos en mi vida, la ansiedad fue en aumento a la misma vez que mi adicción al dulce y a los atracones de comida y acabé pesando 120 kilos el día de mi 42 cumpleaños, este 28 de marzo de 2021. Ahora mismo estoy en casi 100. Como ven mi objetivo cambió mucho de enfoque. 

Mi peso objetivo sigue siendo 73 kilos, esa se supone que es la cifra mágica donde yo estaré en mi peso ideal, flaca flaquísima (mido 175 cms) y sin riesgo para mi salud cardiovascular. 

No es una cuestión estética, nunca me he sentido mal con mi cuerpo. Ni siquiera cuando el día de mi 42 cumpleaños vi esa cifra de tres dígitos en la pesa. El motivo de querer adelgazar es por alargar mi esperanza de vida y por puro egoísmo de querer vivir más tiempo, de querer compartir todo el tiempo que pueda con mi hijo y de poder realizar sueños que aún me quedan en el tintero. Siempre he pedido a Dios que no me lleve sin ver a mi hijo convertido en un hombre de bien y para ello he de estar sana, he de poner de mi parte para que esto pase. 

Además, quisiera llegar a la jubilación siendo una mujer de edad avanzada plena de energía, con mi cabello corto teñido de azul y una autocaravana, seguramente alquilada, con la que recorrer Francia de sur a norte (¡mi sueño!). 

He perdido toda esperanza de encontrar al hombre de mi vida. No sé,..., yo no tengo de eso, creo. He nacido para ser una naranja entera o no tengo otra mitad por ninguna parte. Aunque, la otra noche vi la peli documental de Tina Turner y ella lo encontró a los 50 años, así que... ¡quién sabe! Por ahora, solo conozco tipos absurdos, maltratadores machistas en potencia (que en cuanto los identifico salgo corriendo), hombres superficiales y vacíos de contenido intelectual (no me considero una lumbreras, pero pido que el hombre con quien salgo sea más culto, estudiado y leído que yo para poder aprender de él y, ¡POR FAVOR!, que escriba hola con "h" en los mensajes), también los hay interesantes, hombres cultos, con dedicación a trabajos interesantes, leídos, instruidos, disciplinados..., pero, siempre hay un pero, estos últimos SIEMPRE quieren tener hijos (ya que han llegado a mi edad o más sin ellos y les entra un deseo incontenible por reproducirse) y yo tengo clarísimo que no quiero tener más hijos, por más que intenten convencerme de que con el tiempo cambiaré de opinión. ¿Tiempo, qué tiempo? Yo ya tengo 42 años, ¡¡mis ovarios no tienen más tiempo!! Y si lo tienen yo machaco en mil pedazos ese reloj pues ya soy madre y padre a la vez de un hijo deseado al que quise tener siendo madre joven como fui (25 años) y esa fue la mejor decisión de mi vida. No quiero verme con 45 años y corriendo detrás de niños pequeños en parques infantiles, con noches sin dormir, angustias por fiebres y dientes que salen,...., ¡no! Eso ya lo viví a la edad que yo consideré más óptima para vivirlo. Ahora me toca trabajar duro para seguir dándole todo a mi hijo y para llegar en condiciones físicamente dignas a la jubilación. ¡Sí, sí! Los años pasan volando, mi hijo ya casi es mayor de edad y su infancia se me pasó en un abrir y cerrar de ojos, así mismo pasará con mi edad antes de jubilarme, ¡estoy segura! 

Tengo un trabajo que me apasiona, bueno en realidad tengo dos aunque uno  (el creativo) no esté tan bien remunerado y no me permita hacerme rica, ¡pero me mantienen ocupada, motivada e ilusionada por despertarme cada mañana y consciente de que tengo una jornada laboral por delante! También en esto me aferro al ejemplo de otros artistas pues José Saramago escribió desde los 25 años, sin embargo no fue hasta los 60 años cuando su labor fue reconocida y recibió el Nobel por la academia sueca a esa avanzada edad. A partir de este premio le llovieron los éxitos editoriales pues todo cuanto escribía se convertía en best seller. Y no es que me compare con Saramago ni mucho menos, estoy en pañales aún como escritora. No obstante, le pongo como ejemplo de un escritor que empezó siéndolo (pues comparto la opinión de Salinger de que escritor es quien escribe, haya o no publicado y haya o no tenido éxitos de ventas al publicar) con 25 años y no fue hasta 35 años después de muchos libros escritos y publicados que cosechó los frutos de su trabajo. 

Una vez leí que ser joven significaba tener pocas decepciones en el corazón y un puñado de ilusiones en la mano, al contrario ser mayor significaba poseer pocas ilusiones en el corazón y un puñado de decepciones en la mano que se rebosan de ella como finos granos de arena. Quiero encontrar el equilibrio entre sendos conceptos, pues entre el blanco y el negro hay todo un sinfín de matices de grises. 

Lo importante es SER feliz y, sobre todo, hacer felices a los tuyos. Ya saben que no me dejo dominar por los valores (que no considero valores) occidentales que decretan que la persona solo debe TENER antes que SER. Básicamente porque la sociedad (bueno, más bien el sistema financiero y los bancos) me niega muchas COSAS por el hecho de ser madre soltera (y no por elección, ¡RECUERDO!, sino por ser supervivientes de la violencia machista), tales como poder acceder a un crédito hipotecario por no tener aval. Entonces, no voy a vivir en una realidad que no existe para mí. Mi sueño no es poseer una casa en propiedad, es que mi hijo sea un hombre de bien y dejarle un legado de buena educación, de libros escritos dedicados solo para él con todo lo que he ido aprendiendo por mi paso por el mundo, de viajes (de momento hemos conocido nuestra comunidad autónoma canaria toda entera y parte de Andalucía, nos quedan muchos lugares de España y de Europa antes de pasar al continente africano) y de recuerdos de una infancia que se la procuré siempre dulce y bonita para que se aferrara a ella cuando en su vida de adulto tuviera altibajos, para que siempre que quisiera rememorara los bonitos recuerdos en familia de su infancia en la casa canaria de sus abuelos maternos. 


Como ven, mantengo mi espíritu joven con muchas metas trazadas a las que llegar. ¡SOLO DE MÍ DEPENDE! Un abrazo y mucho ánimo a quienes al leer esto se hayan sentido identificados/as en todo o en parte. 


Por favor, ABSTENERSE comentarios de HATERS, si no vas a decir nada bonito mejor no lo digas. En el mundo nos sobran odiadores/as y generadores/as de crispación.