Me duele la cintura, los riñones (bueno, la zona lumbar), las piernas desde la parte trasera de los muslos hasta la planta de los pies (sobre todo los talones, no entiendo por qué) y me duelen los glúteos. Me estoy pensando seriamente si volverme a subir a la máquina de step, al menos mientras haya una rusa de 1,90 cms, rubia, delgadísima y hasta bien peinada dándole a la máquina a toda velocidad a mi lado sin despeinarse y mirándose las uñas con una manicura perfecta e impoluta. ¿Por qué tienen que ser tan perfectas físicamente y, es más, para qué carajo van al gimnasio, para dejarnos en evidencia al resto de la humanidad femenina?
Vamos, que si la rusa ésa y yo fuéramos perras seríamos las que se ven en estas fotos:
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¡Chooj! (a lo canario) ¿Qué le pasa a ésta? |
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¡Uys! Me parece que tienes que darle a START, ¡ah no, que ya has empezado! |
Subiendo escaleras parezco el hombre de hojalata de la película el Mago de Oz. ¡Qué humillante, por Dios! Y eso que sólo hago 45 minutos.
No sé si seré capaz de seguir. Hoy estoy con la musiquita de la marcha fúnebre metida en mi cabeza, en el sentido de que estoy dejando que se me muera la ilusión con la que empecé esta semana de mi nueva vida para conseguir este reto. Y ni hablemos de la comida. ¡¡COÑO, SEAMOS SINCEROS!! LAS ENSALADAS Y LA VERDURA DAN HAMBRE A LA MEDIA HORA DE HABERLOS COMIDO. ¡Qué ganas de llorar tengo! Y lo peor es que lo intento y ni eso me sale. ¡Quiero llorar pero no me sale! Normalmente, cuando me sentía así al final del día,casi justo en este momento, cuando ya estaba en pijama y en esos instantes de relajación antes de caer en los brazos de Morfeo, me hartaba a comer chocolate y ver tele o leer un libro. ¡Snif, snif, snif! Ya no lo puedo hacer. NO LO DEBO HACER.
Hoy no me he pesado. No tengo ganas. Ya me pesaré mañana. Como haya subido un solo gramo,..., ¡vamos! No sé lo que haría... Bueno sí,..., subir la intensidad de ejercicio y quitar la cena. Pero bueno,..., ya mañana me pesaré. Hoy estoy muy cansada y desmotivada. Sólo tengo ganas de darme un baño caliente, enfundarme en mi pijama y tirarme en el sofá a ver tele. Y, que conste, que pese a todo, he hecho la dieta con todos los (insípidos) alimentos que tenía previstos para hoy y he ido al gym pese a que me duele hasta el cuero cabelludo.
Zzzzz.....
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